EVOCACIONES DE UN JOVEN ACTOR
El joven Sean aplastó el cigarrillo contra el
cenicero que estaba bastante lleno y echó hacia atrás su cabeza, como queriendo
buscar descanso en su rememoración de la infancia complicada que le había
tocado vivir.
Lo que quizás marcó su vida para siempre fue
la pérdida de la madre a la temprana edad de ocho años. Su mente no entendía
porqué mamá estaba siempre cansada y su hermosa cabellera rubia había sido
camuflada tras un pañuelo anudado a su cabeza. Sus hermosos ojos azules ya no
brillaban como antes y no jugaba con el pequeño como solía hacer. El niño no
entendía el que su madre ya no nadara en la piscina junto a él y a su padre. No
entendía porque papá le dijo que fuera a ver a mamá el día de su cumpleaños a
un hospital ¿ por qué ¿ ¿ por qué no venia a casa? Le haríamos una gran fiesta.
Papá con dulzura y paciencia le dijo que no podía ser porque no se encontraba
muy bien.
Sean tozudo se negó en redondo a ir a aquel
sitio horrible en donde su mamá estaba postrada en una cama. No sabía que era
la última oportunidad, el último año que pasaría con ella.
Enciende un nuevo cigarrillo, pues al llegar a
este recuerdo el dolor de la pérdida materna se hace más profundo.
No llegaba a comprender porqué su mamá
permanecía en cama, con unas medicinas horribles que le producian vómitos
constantes y una debilidad extrema. Se le quedaba mirando cada vez que ella
apretaba sus brazos contra su vientre para que el dolor desgarrador que sentía
en su organismo no fuera percibido por sus hermanos y por su padre. ¿ Cómo era
posible que su mamá estuviera enferma durante tanto tiempo? En un par de días
debería haberse recuperado. Era lo que pensaba en su mente infantil.
Con sus hermosos ojos azules miró extrañado a
su papá que una noche entró en su habitación y le dijo las más atroces palabras
que nunca hubiera querido escuchar:" Sean, hijo, mamá se ha ido al
cielo."
Los ojos, aún a sus veintinueve años, se
vuelven acuosos evocando la figura de la madre. En su hombro lleva un tatuaje
con su nombre, y aún guarda una vieja revista de cuando era niño con la forma
de unos labios pintados de carmín: era un beso de ella, que quizás en un juego
depositó en el papel y que desde entonces guarda como un tesoro, en el que
algunas veces se refugia.
Fue un chico rebelde con unos hermanos
adolescentes algo problemáticos, pues ellos aunque mayores en edad, habían
perdido también a su madre. Papá no paraba de trabajar para buscar refugio a su
propio dolor, pero su carácter chocaba frontalmente con el de Sean. No entendía
cómo papá salía con algunas mujeres para distraerse. Tampoco entendía porque a
pesar de salir con chicas, cuando se quedaba en su habitación, le veía esconder
su rostro entre las manos y llorar amargamente.
Tuvo
peleas con sus compañeros de colegio y en una ocasión fue expulsado del centro.
“ Hasta aquí hemos llegado”, debió decir su padre dando un puñetazo en la mesa.
Le metió en un avión y le internó en un colegio público inglés. Quizás su padre
recordó su triste niñez en el c olegio irlandés al que asistió. No podía ceder,
cada vez el joven era más rebelde e inadaptado. Sonrie ahora cuando pensaba que
su padre tenía un carácter insufrible
Una
madrugada el teléfono repiqueteó en casa de papá y su rostro demudado dió a
entender a los habitantes de la mansión que algo grave había ocurrido, pues a
esas horas normalmente la gente duerme tranquilamente. El joven Sean había
sufrido un accidente muy grave, con varias roturas óseas y lesiones internas
gravísimas..Los médicos dijeron a papá que posiblemente no volvería a
andar.
El fuerte carácter y la enorme rebeldía que
sentía hizo que aquel muchacho pudiera recuperarse al cabo de seis meses y
anduviera e hiciera su vida normal, no sin antes pasar por tremendos dolores
mientras se recuperaba. Su rostro al llegar a este punto, se torna aún más
serio evocando, sin duda las largas y dolorosas horas de rehabilitación.
Su padre había intimado con una preciosa chica
y se compenetraba perfectamente con ella, pero el joven Sean la encontraba algo
mandona, o quizás fuera que su carácter así parecía. Convivieron juntos, tuvo
otros dos hermanos fruto de la unión de su padre con la chica de la que estaba
enamorado. Papá le pidió autorización para casarse con ella y accedió. El
enlace se celebró el 4 de Agosto de 2001, después de haber sido aplazado con
motivo del accidente.
El joven actor, físicamente se parece bastante
a su padre, un otoñal que aún sigue volviendo locas a las mujeres de medio
mundo. Tiene el mismo color de sus ojos, es apuesto como él, pero debido a su
juventud más impetuoso y de fuerte carácter.
Quiere alejarse del apellido que lleva, que no
le comparen, y ni siquiera piensa en dedicarse al cine, prefiere el teatro pues
así el éxito o el fracaso se deberá a su propio esfuerzo, alejándose de las
comparaciones con su progenitor.
En el año 2006 debutó en el teatro, en la obra
de Shakespeare “Romeo y Julieta”. Ha efectuado giras teatrales, vive en Londres
y de momento es feliz haciendo lo que hace.
Con su padre tiene trato telefónico con
frecuencia, pues debido al trabajo de ambos les es difícil contactar
personalmente, pero hablan de sus respectivos proyectos y han conseguido
ser“buenos amigos”, a pesar de que papa nunca le dejó solo y en sus peores
momentos siempre estuvo a su lado. Ahora ya es mayor y ve las cosas con otra
perspectiva y quizás comprenda que su padre se encontró al morir la madre, con
tres criaturas de corta edad y con un trabajo alocado que le mantenía fuera de casa
durante muchas horas, y que por otra parte necesitaba trabajar para alimentar
sus estómagos. Necesitaba una mujer a su lado de fuerte carácter que apaciguara
a esas tres criaturas que les daban tantos problemas de todo género.
Papá consiguió tener una familia, y ya es abuelo. Los mayores, ya independientes, viven en Londres y los dos pequeños viven con P... y K....Papá procura estar el mayor tiempo posible con ellos. Les da todo el amor del mundo, participa en sus juegos, aunque crecen deprisa y el mayor ya es un adolescente.
Ha terminado otro cigarrillo, echa un trago del
vaso que tiene delante y sonríe cuando evoca el rostro de su hermano pequeño,
el más revoltoso, pero el más simpático a sus once años, que admira profundamente
a su padre y cuando sea mayor desea tener su misma profesión.
¡Qué distinto hubiera sido todo, si mamá no se
hubiera enfermado de cáncer!, e instintivamente acaricia su hombro en el que
lleva grabado su nombre.
¿Cómo le vinieron a la mente tantos recuerdos,
ahora? Todo empezó en el ordenador buscando en Internet algo con lo que
distraerse. Era su día libre de trabajo, pero no le apetecía salir, de manera
que encendió el aparato y dando una ligera pasada ( no le gustaban nada las
redes sociales), decidió ir a Google y buscar algo, sin concretar, en Youtube.
Buscó música, su otra gran pasión, y en un
canal vió en lista de favoritos varios videos de la antigua serie Remington
Steele. Serie de éxito en EEUU por aquel tiempo, que protagonizara su padre, dándose a conocer en
todo el mundo cuando aún vivía su dulce y bonita mamá. Cliqueó, y ante sus ojos
Remington y Laura vivieron uno de los episodios divertidos de la serie.
Acabado
el capítulo, cerró el canal y se dirigió hacia una butaca, encendió un
cigarrillo y dejó volar sus pensamientos.
EPILOGO:
Esta narración es fruto de mi imaginación. Después de leer una entrevista que le hicieron al protagonista de este episodio, evoqué lo que pudo sentir en distintos pasajes de su vida. Es mi opinión, y si coincide con la realidad es pura coincidencia de apreciación.
Sean William Walter B..... |
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