DESENCUENTROS / CAPITULO QUINTO
Perla
se perdió en el portal y Jeff aguardó hasta que su casa se iluminara para
emprender el camino del hotel. Apuntaban las primeras luces y pensaba en la
despedida. Conociendo los sentimientos de Perla y sus reacciones, no entendía
el significado del beso que le había dado al despedirse
--
Es un beso de amigo, desde luego. Aquí tienen esa costumbre al encontrarse y despedirse.
Bah, no tiene otro significado.
Pobrecilla ¡ está tan sola ¡
Perla,
a pesar de que se acostó, no pudo conciliar el sueño. A ella misma le extrañaba
su actitud. Se giró en la cama hasta quedar de frente al retrato de su marido.
Le miraba recriminándose el haber establecido
una relación de amistad con Jeff
-- ¿ He hecho mal ? preguntaba a la fotografía
--Te
ruego me perdones, no sé cómo ha ocurrido, pero me agrada su compañía. Eso no
significa que vaya a ir más allá, entre otras cosas porque a penas nos
conocemos y yo te sigo queriendo y echando de menos. Esta noche, desde que te
fuiste, he ido con él a cenar y
bailamos. Todo muy amistoso, no creo te
haya disgustado, pero yo no me siento bien. Reconozco que todo lo que me
aconseja tiene su lógica, pero aún no estoy preparada. ¡Si pudieras hablarme, decirme lo que debo
hacer!. No estoy diciendo tener un romance con él, ni mucho menos, pero poder
salir con un chico sin traumatizarme y sentirme culpable por ello. A eso es a
lo que me refiero, porque tengo la impresión de haber cometido un delito.
Durante
un largo rato siguió hablando con su marido. Daba vueltas una y otra vez al
mismo tema, justificándose de algo inocente como era una salida con un
amigo. De repente se dio cuenta que ya
eran las seis de la mañana. Se levantó rápidamente, se duchó y se vistió con
ropa cómoda. Salió y fue a buscar el coche aparcado cerca de casa.. Llegó enseguida
al hotel y en Recepción hizo que avisaran a Jeff de que le esperaba en la
cafetería. Él ya estaba listo, así que
bajó enseguida.
Sentados
en una mesa cercana a un ventanal se dispusieron a desayunar. Se saludaron
cariñosamente; Para no crear violencias él le dijo que lo hiciera según la
costumbre española, es decir besándose en las mejillas. En EEUU no lo hacían , pero había comprobado
que era muy agradable y acercaba a las personas..
-- ¿Has podido
dormir algo?, le preguntó él
--Nada en absoluto. Mi
costumbre es acostarme temprano, así que me desvelé, pero no importa. Luego
dormiré la siesta
-- ¡ Oh, la siesta,
la bendita siesta española ¡
Ella
rió divertida. Jeff observó que pocas veces sonreía y le agradaba comprobar que
gracias a él lo había hecho desde la noche anterior.¡ Lástima de chica, con lo
agradable que es ¡ Y porqué no decirlo, es muy guapa.
--Dame los datos de
Lolita. Los apuntaré en la agenda y así no hay miedo de perderlos
--Ah si. Se me había
olvidado. ¿ Me podrás hacer ese favor ?
--
Pues claro. Es una bella historia de amor, imborrable a través del tiempo. Soy
muy romántica ¿sabes? Historias como
ésta me llegan al corazón. Mañana iré a Belchite y empezaré a indagar
--No es necesario que
te desplaces hasta allí. Pienso que lo puedes hacer por teléfono.
--¿Olvidas que estoy
de vacaciones? Tengo todo el tiempo del mundo, así conoceré la zona.
-- ¿Has pensado lo
que te dije de venir conmigo a América ?
--No se. ,Cuando
regreses te diré algo. Tengo que pensarlo
--¿
Qué tienes que pensar ? Trabajaremos juntos, seremos un equipo. Puedo buscarte
un apartamento cerca del mio. Trabajaremos al unísono y de esta manera serás al
tiempo mi correctora y si pasado un tiempo no te aclimataras o echaras de menos
España, siempre tienes tiempo de regresar. Te vendría muy bien. Cambiarías de
ambiente, o ¿es eso lo que te preocupa , romper tu vida… empezar de nuevo otra
trayectoria…? ¡ Eso es lo que te ocurre…
¡ … ¡ Cielo santo ¡. ¿ Crees que Carlos
estaría contento ver la vida que llevas, crees que la aprobaría ?
--Pienso que tienes
razón, y no, no estaría de acuerdo. Pero
yo me siento mal. Mira lo de anoche hace que me sienta horriblemente mal e
injusta
--
Pero ¿ por qué ? ¿ Por salir a cenar y bailar un rato ? No hicimos nada
reprochable, sólo tratamos de conocernos mejor después de las tensiones
vividas, nada más. Ni siquiera nos
besamos, por Dios. Eres una estrecha y anticuada, eso es lo que eres. Pones de
pretexto a tu marido, pero la verdad es que eres una mujer joven con ideas muy
rancias
-- ¡ Jeff ¡, eres injusto. No soy rancia ni
estrecha, es que le echo de menos. Su pérdida me dejo traumatizada
-- Pues ve a un
psicólogo que te ayude. Tienes mucha vida por delante. Quién sabe si algún día
encuentres a otro hombre del que te enamores, formes tu familia y vuelvas a ser
feliz
--¡ Enamorarme ¡, no
lo creo
-- Nadie sabe lo que
el destino tiene preparado. Tú no te imaginabas que tu vida iba a cambiar tanto
y yo no creía que mi novia, la mujer de mi vida, iba a meter en su cama a otro
hombre mientras yo estaba de viaje. Me
costó mucho superarlo, no sólo por haberla perdido, sino porque mi varonil
orgullo quedó dañado muy seriamente. Sin embargo aquí estoy, no he cerrado la
puerta al amor y no voy a desconfiar, si llega algún día,, de la
mujer que se una a mi vida.
Perla le observaba
atentamente comprendiendo lo que le decía, pero se veía incapaz de poderlo
llevar a cabo.
-- Bueno, creo que
es la hora.
Llegaron
al aeropuerto con tiempo suficiente para despachar el equipaje y alargar por
unos momentos su charla, aunque ahora trataban otros temas.
-- Oye, llámame
cuando llegues. Seguro cuando estés en Paris te olvidarás de esta rancia muchacha que
dejas en Madrid
--
No eres rancia, ni mucho menos. Pero busca ayuda, la necesitas, de lo contrario
caerás en una depresión profunda y todo lo que vas a conseguir es tu
enfermedad, porque él no va a volver a la vida y tú tienes que seguir adelante. Te llamaré en cuanto llegue al hotel. Cuídate y piensa en mi proposición
La abrazó y
siguiendo la costumbre le dio dos besos en las mejillas .
-- Hasta pronto,
niña.
Y
Jeff desapareció por el túnel que le conducía al avión.. Perla aguardó hasta que él desapareció de su
vista. Un pensamiento rondaba por su cabeza. ¿ Qué tipo de sentimientos había
despertado este hombre en su vida ? Era algo que ya había sentido cuando
conoció a Carlos, y ese pensamiento le daba miedo. No podía ser posible,
simplemente le gustaba como amigo
-- ¿ Como amigo … ?,
se repitió una y otra vez intranquila.
Mientras conducía de regreso a su casa no dejaba de dar vueltas a las sensaciones que sentía. Cuando llegó estaba tan cansada que se sentó en el sofá del salón y se quedó dormida. Cuando se despertó era ya pasado el mediodía. No tenía apetito con lo que con un yogur y algo de fruta cubrió las necesidades del almuerzo. Esperaba ansiosa la llamada de Jeff, pero no se producía y la desesperanza la acompañó hasta bien entrada la noche, en que, por fín, el teléfono repiqueteó.
- Si ¿ dígame ?
- Perla, soy Jeff. Perdona no te haya llamado antes. Es que me esperaban en el aeropuerto, llegamos al hotel, vino la cena, etc. etc. En fin, ya conoces lo que es el protocolo de estos eventos, pero bueno ya estoy instalado. ¿ Cómo estás?
- Bien, estoy bien. Dentro de un rato me acostaré y mañana temprano salgo para Zaragoza
- No niña a Zaragoza no, a Belchite.
Ella rió y Jeff no comprendía el porqué de su risa
- ¿ He contado algún chiste ?
- Nooo. . . Si supieras algo más de mi país, sabrías que Belchite está a pocos kilómetros de Zaragoza y es allí en donde tuvo lugar la batalla del Ebro decisiva en la guerra civil, y además en la vida de tu abuelo.
- Cierto. En mi disculpa diré que el motivo es el cansancio. Estoy algo cansado . . .
- Bueno, pues acuéstate pronto y descansa. Te pondré al corriente si tengo alguna novedad. Igual tardo unos días, pues no sé cómo se desarrollará todo. Hasta mañana rey, se despidió de él
- ¿ Rey ?
- Perdona es una expresión de cariño
- Bueno está bien. Buenas noches. Cuídate princesa, y riendo los dos dieron por terminada la conversación
Hacía mucho tiempo que no conciliaba el sueño como aquella noche. Lo achacó a su cansancio del día anterior, pero la verdad es que bajo la nebulosa del sueño, flotaba un rostro: el de Jeff, que sonriente la repetía una y otra vez " princesa, princesa, princesa". . . ¡ Hacía tanto tiempo que nadie la dedicaba un piropo !
La chicharra del despertador sonó en la habitación haciendo que se levantara de golpe. Hubiera seguido durmiendo otro rato, máxime cuando estaba soñando algo muy agradable. Se veia bailando pero no tenía pareja, aunque de sobra conocía quién era su compañero
- Debo estar loca, sonrió mientras se duchaba.
Desayunó y tomó el bolso de viaje. Revisó si llevaba dinero, las tarjetas, un mapa y el chaquetón. Hacía un día algo lluvioso, lo que causó su desagrado, no la gustaba conducir con el suelo mojado, pero era lógico: iban camino del invierno y no podía esperarse otra cosa.
Se introdujo en el coche y puso rumbo a la carretera que la llevaría hasta Zaragoza y desde allí a Belchite. Primero iría al pueblo viejo. Le denominaban así al quedar derruido por los bombardeos de la guerra civil . Bajo la órden de Franco, se decidió conservarlo de esta manera para que todos recordasen lo que allí ocurrió y dice una leyenda popular que los fantasmas de los que allí sucumbieron, se pasean por sus ruinas. Supuso que Lolita estaría allí enterrada y para eso indagaría primeramente en la iglesia. Después vería qué hacer, si el resultado no la satisfacía.
Primero iría al pueblo viejo. Se quedó así, después del bombardeo por orden de Franco, para que siempre perdurase en la memoria, lo ocurrido en aquella cruenta batalla. A pocos kilómetros construyeron el donominado Belchite Nuevo, en donde fueron ubicados los supervivientes de aquellos días
Suponía que Lolita estaba enterrada en el Viejo. Primero indagaría en la iglesia y si no obtenía los resultados apetecidos, se trasladaría al Nuevo
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Belchite, el pueblo fantasma |
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