POR CASUALIDAD - Capítulo 14º / CARTA A UN AMIGO
Mientras el tiempo transcurría en Nueva York, también lo hacía en El Salvador y Amanda y Philip seguían con su rutina diaria, pero el amor surgido entre ellos hizo que ambos decidieran compartir su casa y su vida. Se amoldaban bien el uno al otro. De vez en cuando recibían cartas de sus entrañables amigos que les habían puesto al corriente de todos los avatares surgidos en sus vidas. Conocían que Else y Albert vivian juntos y eran , por fin, felices. Alguna llamada telefónica de vez en cuando les mantenía en contacto. Tampoco ellos se habían casado: " no es necesario tener un papel firmado, para ser un matrimonio", es lo que Philip solía decir, aunque en realidad cada vez en su mente se habría paso la idea de casarse con Amanda, a la que adoraba
Albert después de conocer la noticia de que iba a ser padre, en la intimidad de su dormitorio, esa noche habló seriamente con Else
- Creo que deberíamos unir nuestras vidas legalmente
- ¿ Por qué ?, preguntó ella. ¿ No estamos bien asi ? yo me considero tu esposa y creo que la situación no cambia por estar casados.
- Pero cielo, si mañana el médico confirma tu maternidad, yo quiero que mi hijo nazca con unos padres "legales". Si, o sé que son convencionalismos, pero eso es lo que manda la sociedad en la que vivimos. A no ser,que no quieras unirte a mi de por vida
- Sabes que eso no es cierto. Que he sido yo la que vine a vivir contigo, nadie me obligó. Yo te quiero Albert y te querré igual con papel o sin papel, pero si es tu deseo lo haremos.
-Está bien, mi amor. Ahora descansa. Estoy impaciente porque llegue mañana e ir al ginecólogo. Dios mio lo pienso y no me lo creo
Y acudieron a la consulta y mediante una ecografía, recibieron la confirmación de la maternidad de Else, pero sería doble maternidad. Venían dos criaturas. Estaban emocionados e incrédulos:¡¡¡ iban a ser papás dobles !!!
La noticia fué recibida por Freddy con infinita alegría. Nunca había vivido una situación semejante y para que el niño no se sintiera descriminado, Albert sentó a su hijo en las rodillas y como si hablara con un chico de mayor edad, le dijo
- Freddy me tienes que ayudar. Mamá va a traerte dos hermanitos y hemos de cuidarla mucho. Los bebés dan mucha guerra y ella va a necesitar de nuestra ayuda. Tendrás, cuando estés en casa, ayudarla a dar el biberón a los pequeñajos, puesto que deberán comer los dos al mismo tiempo y así tú atenderás a uno y mamá a otro. ¿ De acuerdo ?
- ¡ Claro, papá ! Yo soy el mayor y cuidaré de ellos. ¿Cuándo van a venir?
- Aún falta mucho, pero mamá se va a encontrar molesta dentro de poco y hemos de mimarla y cuidarla mucho
- ¿ No se va a morir, verdad ?
- Claro que no ¿ de dónde sacas eso ? Mamá es fuerte y no se enfermará, sólo que la tripita será algo más grande y estará más molesta, pero nada más. Tú quiérela mucho y dale de vez en cuando algún besito, que sé que a ella la gusta.
- Yo la quiero mucho, papi. La cuidaré cuando tú estés en el hospital y la daré muchos, muchos besos.
Durante el fin de semana, habían congregado a toda la familia y una vez reunidos les comunicaron que iban a ser abuelos de nuevo, pero esta vez de dos. Todos estallaron en aplausos y vítores, colmando de besos y abrazos a los futuros papás
Thomas en un aparte y en tono de broma, dijo a Albert
- Sabía que no me fallarías. ¡ Vaya,dos crios de golpe !
Y rieron felices, y felices eran al comprobar la gran complicidad existente entre la pareja y Freddy. Todo era como debía ser, excepto en una cosa. Fue el mismo Thomas el encargado de decir
-
- Y casaros ¿ cuándo ?, o¿sois tan modernos que no lo váis hacer ?
-
- Y casaros ¿ cuándo ?, o¿sois tan modernos que no lo váis hacer ?
- ¡ Papá ! Si lo haremos,no te preocupes. Vamos a pedir a Philip que venga para nuestro enlace, aunque quizás tengamos que esperar un poco a que les sea posible dejar su trabajo por unos días, o les envien substitutos. Sabremos algo cuando les comuniquemos la novedad.
Esa noche, Albert estaba desvelado por todas las emociones vividas en ese día con la familia. Estaba muy contento y feliz. Al día siguiente no debía ir al hospital, pues era su día libre, de modo que se dispuso a escribir a Philip. Las palabras brotaban de su pluma sin esfuerzo. Se acordaba mucho de él; habían vivido muchas cosas y fué su paño de lágrimas en todo lo acontecido con Else. Para ella también era como un hermano. Sonrió al pensar en la cara que pondría cuando supiera lo que en la carta le comunicaba. Delante de un folio, comenzó a escribir
Mis queridos Amanda y Philip:
Esta es una carta muy especial, tan especial como el comunicaros que voy a ser de nuevo papá de dos criaturas. Vamos a ser familia numerosa dentro de nada y deseo haceros partícipes de la inmensa felicidad que siento por ello. Por tener a Else a mi lado, el amor de mi vida y tu Philip lo sabes bien. Nos queremos muchísimo y mi hijo bebe los vientos por ella, pues vive pendiente del niño,que la adora.
Sabes que desde que era adolescente pronostiqué que me casaría con ella, y la verdad es que lo tuve difícil, pero vivo con la mujer más generosa, noble y bella del mundo. Siempre creí que no podría amarla más de lo que ya lo hacía, pero como en tantas otras cosas, me equivoqué. He tenido la inmensa suerte de ser amado por dos mujeres extraordinarias. De una guardo un bello recuerdo y un hijo que es mi pasión, de la otra tengo la dicha de que esté a mi lado y me haya brindado no sólo su amor sino también el fruto de su vientre. Nunca se lo agradeceré bastante, pues he de deciros que fué ella la que tomó la decisión de compartir nuestras vidas. Como ya conoces, Philip, soy inseguro y esa misma inseguridad, me hacía rechazarla una y otra vez. Nuestro reencuentro no fué fácil y fué la decisión de ella la que hizo posible nuestra unión.
Deseamos unir nuestras vidas legalmente, pero para ello necesitamos de vuestra presencia aquí. Sois , eres tú Philip, parte de nuestra decisión. Siempre estuviste a nuestro lado, nadando entre dos aguas para estar con uno y con otro. Aguardaremos hasta que podáis venir. Voy a pedirte un favor, y es que deposites unas flores en la tumba de Karen, una mujer muy importante en mi vida, a la que nunca olvidaré. Else y Freddy duermen y yo os escribo con el recuerdo presente siempre de vuestra amistad. Os esperamos, un abrazo
Else, Freddy y Albert
Al día siguiente depositó la carta en Correos y esperaba con impaciencia la respuesta. Deseaba tener todo listo para cuando nacieran los niños, máxime porque sabía que los últimos meses iban a ser más complicados para Else: primeriza y parto doble. El ginecólogo les decia que todo iba bien, completamente normal, pero él estaba preocupado. " Hasta que no les tenga en mis brazos, no estaré tranquilo" . . .
Pasaban las semanas y Else comenzaba con las molestias propias de un parto doble. Acudieron esa mañana a la ecografía que le correspondía. A ver si con un poco de suerte, los bebés les mostraban sus "encantos" y podían saber el sexo de lo que venía.
Y lo enseñaron. . .
- ¡ Vaya suerte habéis tenido !, les dijo el médico a los espectantes papás
- Traes un niño y una niña. Enhorabuena
Albet tomó las manos de Else y la besaba con satisfacción. Emocionado, la dijo
- Te has portado ¿ eh? deseas complacer a todo el mundo. Eres única, mi amor.
Ella emocionada, miraba al ecógrafo para ver una y otra vez, aquellos cuerpecitos pequeños que permanecían dormidos en su vientre. Eran sus pequeños, eran el fruto del amor que ambos sentían. Y serían preciosos y nacerían fuertes y sanos. Colmarían la felicidad de todos ellos.
Recibieron la respuesta de Philip antes de lo pensado. Acudirían a su enlace, aunque no sería tan rápido como ellos quisieran. Habían de esperar a recibir el reemplazo. En tono de broma , comentó
- Dile a Else que no vaya a dar a luz antes de que lleguemos
Estaban en casa de los padre de Else, cuando de repente unas enormes ganas de ir al servicio sintió Else, para inmediatamente después un dolor profundo.
- Albert, Albert, ya están aquí
- Tranquila mi amor, tranquila. Decía a su mujer, pero en realidad él estaba más nervioso que ella.
La metió en el coche; los padres junto con Freddy, llegaron en otro al hospital en donde fué introducida rápidamente en el paritorio. Albert entró con ella y la secaba el sudor, la acariciaba. No se movió de su lado. Primero salió la niña y cinco minutos más tarde, el niño. Ambos eran de más de dos kilos, sanos y perfectamente normales.
Los depositaron encima del vientre de la madre y Albert abrazó a los tres no pudiendo contener el llanto de emoción. Rápidamente atendieron a los bebés para hacerles la revisión de rigor y terminaron de atender a la madre. Fué entonces cuando Albert salió para comunicar a su jijo y a sus suegros que todo estaba en orden. Thelma llamó inmediatamente a los otros felices abuelos que enseguida acudieron al hospital. Cuando llegaron, Else ya estaba en la habitación descansando, pero emocionada. Al poco rato subieron a los bebés: una con un gorrito color rosa y al otro con uno azul.
Las abuelas lloraban abrazadas y los abuelos abrazaban al feliz padre . Else había llamado a su lado a Freddy, que un poco asustado contemplaba la escena
- Cariño, ven aquí conmigo. Siéntate a mi lado. Señalando a sus hermanos le dijo
-¿ Te gustan ?
- Son muy pequeños
- Es cierto, por eso tenemos que cuidarles entre todos. ¿ Tú me vas a ayudar ?
- ¡ Claro mami ! tu sola no podrás cuando lloren
- Ven aquí cariño y dame un beso. Todos me han besado menos tú
- ¿ Me querrás igual, mamá ?
- Mi cielo, no ha cambiado nada. Eres mi niño y siempre, siempre te querré
Todos los presentes escucharon el diálogo de la madre con el niño. Emocionadas las abuelas tuvieron que salir de la habitación, las desbordaba lo que estaban viviendo.
Dos semanas más tarde llegaron Philip y Amanda portando unos enormes peluches, pero no se olvidaron de Freddy. También para él hubo regalo
- A ver ¿ dónde está la mamá y los retoños?
- Pasad, está dando el pecho a los bebés. ¡Qué alegría nos habéis dado ! Pensábamos que ya no veníais
- Se complicaron las cosas y tardaron más de la cuenta en llegar los médicos que habían de relevarnos. Todos nos dieron abrazos para vosotros.
- ¡ Vaya !, dijo Philip al ver la escena: Else tenía a los dos bebés dándoles el pecho al mismo tiempo. Todos rieron con la imágen de la resignada mamá
Ultimaron todo para el enlace. Sería Alvaro quién les uniese para siempre. Else estaba preciosa con un vestido de encaje que Albert la había comprado. Ël con un sobrio traje oscuro al igual que Freddy que se ponía corbata por primera vez. El niño fué el encargado de llevar los anillos y el que sostuvo el ramo de novia mientras casaban a sus padres. Los gemelos también estaban presentes. Cada uno de ellos en brazos de sus abuelas. Philip y Amanda fueron los padrinos y los novios estaban muy nerviosos y emocionados. Se miraban constantemente y Albert,ya su marido, la susurraba bajito " te quiero". Alvaro les miraba contento y feliz de que todo se hubiera desarrollado felizmente. Él también había participado, en cierta medida de que aquella pareja por fin se hubiera consolidado.
Philip y Amanda partieron a El Salvador al cabo de unos días y poco a poco su vida iba tomando el rumbo normal, pero eran felices,se querían y criaron a sus hijos con todo el amor del mundo. Amor que dos años más tarde Else comunicó de nuevo a Albert que la cigüeña les visitaría unios meses después.
F I N
Recibieron la respuesta de Philip antes de lo pensado. Acudirían a su enlace, aunque no sería tan rápido como ellos quisieran. Habían de esperar a recibir el reemplazo. En tono de broma , comentó
- Dile a Else que no vaya a dar a luz antes de que lleguemos
Estaban en casa de los padre de Else, cuando de repente unas enormes ganas de ir al servicio sintió Else, para inmediatamente después un dolor profundo.
- Albert, Albert, ya están aquí
- Tranquila mi amor, tranquila. Decía a su mujer, pero en realidad él estaba más nervioso que ella.
La metió en el coche; los padres junto con Freddy, llegaron en otro al hospital en donde fué introducida rápidamente en el paritorio. Albert entró con ella y la secaba el sudor, la acariciaba. No se movió de su lado. Primero salió la niña y cinco minutos más tarde, el niño. Ambos eran de más de dos kilos, sanos y perfectamente normales.
Los depositaron encima del vientre de la madre y Albert abrazó a los tres no pudiendo contener el llanto de emoción. Rápidamente atendieron a los bebés para hacerles la revisión de rigor y terminaron de atender a la madre. Fué entonces cuando Albert salió para comunicar a su jijo y a sus suegros que todo estaba en orden. Thelma llamó inmediatamente a los otros felices abuelos que enseguida acudieron al hospital. Cuando llegaron, Else ya estaba en la habitación descansando, pero emocionada. Al poco rato subieron a los bebés: una con un gorrito color rosa y al otro con uno azul.
Las abuelas lloraban abrazadas y los abuelos abrazaban al feliz padre . Else había llamado a su lado a Freddy, que un poco asustado contemplaba la escena
- Cariño, ven aquí conmigo. Siéntate a mi lado. Señalando a sus hermanos le dijo
-¿ Te gustan ?
- Son muy pequeños
- Es cierto, por eso tenemos que cuidarles entre todos. ¿ Tú me vas a ayudar ?
- ¡ Claro mami ! tu sola no podrás cuando lloren
- Ven aquí cariño y dame un beso. Todos me han besado menos tú
- ¿ Me querrás igual, mamá ?
- Mi cielo, no ha cambiado nada. Eres mi niño y siempre, siempre te querré
Todos los presentes escucharon el diálogo de la madre con el niño. Emocionadas las abuelas tuvieron que salir de la habitación, las desbordaba lo que estaban viviendo.
Dos semanas más tarde llegaron Philip y Amanda portando unos enormes peluches, pero no se olvidaron de Freddy. También para él hubo regalo
- A ver ¿ dónde está la mamá y los retoños?
- Pasad, está dando el pecho a los bebés. ¡Qué alegría nos habéis dado ! Pensábamos que ya no veníais
- Se complicaron las cosas y tardaron más de la cuenta en llegar los médicos que habían de relevarnos. Todos nos dieron abrazos para vosotros.
- ¡ Vaya !, dijo Philip al ver la escena: Else tenía a los dos bebés dándoles el pecho al mismo tiempo. Todos rieron con la imágen de la resignada mamá
Ultimaron todo para el enlace. Sería Alvaro quién les uniese para siempre. Else estaba preciosa con un vestido de encaje que Albert la había comprado. Ël con un sobrio traje oscuro al igual que Freddy que se ponía corbata por primera vez. El niño fué el encargado de llevar los anillos y el que sostuvo el ramo de novia mientras casaban a sus padres. Los gemelos también estaban presentes. Cada uno de ellos en brazos de sus abuelas. Philip y Amanda fueron los padrinos y los novios estaban muy nerviosos y emocionados. Se miraban constantemente y Albert,ya su marido, la susurraba bajito " te quiero". Alvaro les miraba contento y feliz de que todo se hubiera desarrollado felizmente. Él también había participado, en cierta medida de que aquella pareja por fin se hubiera consolidado.
Philip y Amanda partieron a El Salvador al cabo de unos días y poco a poco su vida iba tomando el rumbo normal, pero eran felices,se querían y criaron a sus hijos con todo el amor del mundo. Amor que dos años más tarde Else comunicó de nuevo a Albert que la cigüeña les visitaría unios meses después.
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