LOS O'CONNOR -Capítulo 9º : LA PEQUEÑA VICTORIA

BRENDAN

IRIS

LA PEQUEÑA VICTORIA

El avión privado de los O'Connor
CAPITULO 9º : EL TRASLADO / LA PEQUEÑA VICTORIA

Mientras Brendan trataba de consolar a Iris, Thomas y Sean se ocupaban de  agilizar los trámites para el traslado de Phillip hasta Irlanda.
Iris comentó a Brendan

.- Tengo que ir a  casa a recoger algunas cosas y ver cómo está mi hija, a prepararla para el viaje

El se la quedó mirando sin comprender muy bien el comentario "mi hija".

-¿Tienes una hija?...
-Si, una preciosa niña...
-¿Cómo es que no hemos sabido nada....?
- Tú no sé, pero Susan y Sean si lo saben .
-¿Tienes pareja?
-Nooo,
-Entonces,¿ la has tenido?
¡ Claro !.   Pero bueno,  eso me compete a mi solamente; no creo que a ti te interese mucho ¿ no crees?

En ese momento Sean y Thomas regresron y se unieron a ellos.

De repente Brendan preguntó a su padre

-¿Sabías que Iris tiene una hija?

Sean miró sorprendido a Iris sin saber muy bien qué responderle porque tampoco sabía de qué habían estado hablando y si por fin Brendan sabría que Victoria era su hija.
Simplemente contestó

- ¡ Claro, desde hace tiempo !

Brendan argumentó

- No  me parece el momento más adecuado, pero tenemos que hablar de ésto. Creo que yo debía estar enterado

Los cuatro se dirigieron a la salida del hospital. Hacía sol, pero un sol mortecino y hacía frio.
Iris se despidió de ellos, y les dijo

-¿ A qué hora es la partida ?. Tengo que recoger algunas cosas y preparar a la niña.
-¿La vas a llevar contigo?- preguntó Brendan.
-Desde luego que sí-  afirmó Iris-. Ha sido su abuelo, le quería y debe despedirse de él.  La explicaré de manera que su cabecita comprenda lo que ha ocurrido

Brendan preguntó:

-¿Cuántos años tiene?
-Cuatro-  replicó Iris- . Bueno me voy. Estará extrañada de que no esté en casa. Siempre le acompaño a la guardería. Hasta luego
-Espera- le dijo Brendan-  voy contigo.  Tenemos que hablar de algunas cosas
- Oh no, por favor, ahora no- dijo Iris
-Es necesario.   Son cosas importantes que dejó dispuestas tio Phillip.  Es necesario-  y llamando a un taxi, Brendan le abrió la puerta y se dirigieron a casa de Iris.

Ella iba en silencio pensando en el momento de llegar a su hogar y notar que el padrino ya no estaba allí   Todo estaría en el mismo sitio que él lo dejó antes de ir al hospital. Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero no hizo ninguna mueca ni miró a Brendan que de soslayo la veía su rostro

A Brendan cada vez le parecía todo más confuso. ¿ Quién era el padre de esa criatura que no estaba acompañando a Iris en esos momentos? ¿Lo sabría Clive que llevaba viviendo en España tanto tiempo, sería él el padre  de la niña?¿Qué ha ocurrido en la vida de aquella mujer que un día fué dulce y hoy es fria y escueta? ¿ Sería él el culpable de aquel cambio?. Seguramente sí..., , pensó.

 Y en esto llegaron a la puerta del domicilio del que hasta el día anterior había sido el de su tio Phillip.

Entraron y un torbellino de pelo castaño claro e inmensos ojos azules se precipitó a los brazos de su madre gritando.

- Mami, mami, y el abuelo,¿ está mejor?

Iris la abrazo y la dijo

-Ven aquí, cariño, tengo que hablar contigo- . De repente la niña dirigió la mirada hacia aquella persona, alta y muy seria que miraba a ambas sin pestañear.

La niña muy bajito susurró algo que no escuchó bien, pero que  a Iris la hizo temblar. La niña susurró

-Papi-  al tiempo que le lanzaba una sonrisa.

Los tres se sentaron en el saloncito y sin pensarlo Brendan e Iris se sentaron juntos. Iris tomó a la niña en sus brazos y abrazándola y hablando con ella muy bajito , sin dejar de besarla, la explicó que el padrino se había ido a Irlanda porque echaba de menos a su papa y  a  su mamá.

La niña entonces miró a ese  señor que nunca  había visto,  pero que sabía muy bien quién era por un  retrato que su mamá había puesto junto a la cabecera de su cama.
María, les preguntó si querían tomar algo y llorosa abrazó a Iris, quién hasta entonces estaba tratando de controlarse. Dijo que iba a preparar algo de ropa y salió de la estancia.

Brendan despacio, sin entender muy bien la nueva situación , empezó a recorrer con la mirada la estancia, lentamente,  fijándose en los objetos que estaban cerca de un sillón que suponía era el preferido de su tío.   Sus gafas de lectura, un libro, una fotografía de los padres de Iris y otra en la que estaban sus hermanos y sus sobrinos.  En otro lado encima de un mueble, había una fotografía grande de Brendan, más reciente y aunque le extrañó, tampoco le dió demasiada importancia, puesto que Philip siempre había declarado que era su sobrino preferido.

Al cabo de un rato, regresó Iris con la niña dispuesta ya para irse a la cama. ,   Brendan no pudo por menos de dirigirse a ella con una sonrisa y una caricia en su manecita tendida hacian él.Iris contemplaba la escena temblando de miedo por un lado de que Brendan hiciera congeturas y,  por otro,  en contrasentido,  quería que de una vez se supiera todo y  dejar de vivir con el alma en vilo,  con el temor de descubrir la verdad.

Brendan se dirigió a la niña y la dijo

- ¿ Me quieres decir tu nombre?.  Eres muy bonita y tienes unos ojos preciosos.
-Mami dice que son iguales a los de papá, pero yo no lo sé, porque él vive en el extrajero y nunca ha venido a vernos.

Brendan miró a Iris cpn signo de interrogación, pero no dijo nada.   No hasta que la niña se hubo marchado a dormir.

Entonces Iris le preguntó

 -¿ Podremos ir todos en el avión, porque si no cabemos, os ruego aplacéis la ceremonia del entierro hasta que nosotras lleguemos a Irlanda. Por nada del mundo autorizaría a su entierro sin estar allí
- No te preocupes, cabemos todos. Y ahora tenemos que hablar de todas estas cosas dolorosas, pero necesarias. Mi tío hace tiempo me nombró tu albacea y yo le prometí que siempre estaría al tanto de tu vida y nunca te sentirías sola. El testamento se abrirá dentro de dos semanas, para lo que tendrás que estar presente, por tanto te tendrás que desplazar hasta Dublín. Los objetos personales él quiso que fueran todos para tí, pero a mi me gustaría quedarme con algo personal de él. Aunque no lo creas yo quería mucho a mi tio y teníamos más contacto del que te puedas imaginar. Sus gafas, por ejemplo estaría bien.
- De acuerdo, coge lo que quieras, pero la medalla que llevaba al cuello desearía quedármela. En su interior está el retrato de mis padres
- Claro, por supuesto, como si quieres quedarte también con las gafas: De todas formas ahora tendremos que vernos más a menudo, y,  yo se que lo vas a conservar todo con especial cariño

Brendan hizo una pausa y siguió

- Hay otro asunto pendiente que quisiera hablar contigo puesto que nos atañe a los dos, pero no creo que ahora sea el momento más oportuno. Cuando regresemos del entierro, tranquilamente tendremos que hablar de nuestra situación, un tanto extraña y...

Iris le cortó en seco

-" De acuerdo, sabes que el divorcio te lo he pedido en diversas ocasiones y has sido tú el q ue ha demorado su trámite. Por mi cuando quieras. ¿ Es eso de lo que quieres hablar?, pues ya está dicho todo.
- No, no, no es de eso. Comprenderás que en estos momentos  lo que menos me importa es el divorcio. Si en cuatro años no hemos hecho nada, da lo mismo prorrogarlo algún tiempo más.Es que quiero hablar contigo, pedirte perdón y darte una explicación de mi proceder, de lo que ocurrió aquel día que aún ahora no me explico lo que me llevó a proceder de esa infame manera .
- Por favor, no hablemos de eso.  Ahora no. Tengo el corazón demasiado dolorido por todo. No quiero pensar en aquello ahora. Me ocupan otras historias; por mi parte he pasado página, ya no hay remedio para nada, así que será mejor que tu también lo archives. Cuando quieras lo discutimos, pero deja que pase un tiempo, ahora no por favor
.
Había algo que a él le estaba quemando, y sin saber cómo le lanzó la pregunta que le quemaba en los labios.
- ¿ Es Clive el padre de Victoria?
-¿ Qué, qué dices? No,.. Clive ha sido el mejor de los amigos, el que estaba a mi lado en momentos muy difíciles, pero no. No es el padre. Ni he estado, ni estoy enamorada de él; es simplemente amigo y lo sabe. Puedes decir que tienes un amigo fiel y sincero. El hizo de ti en la boda, y fué el único de tus amigos que sabía por qué se realizaba aquel casamiento por poderes, pero nunca te ha traicionado, ni a mi... tampoco.
-¿Qué quieres decir ni a mi tampoco?
- Cosas mías. Es un decir. Eso...  es un excelente amigo .Y ahora por favor, dejemos ya de hablar de estas cosas. ¿Tienes algo más que decirme referente a  la ceremonia de mañana? Si ya me has dicho todo lo concerniente al padrino, y si no te importa, prefiero dejar esta conversación.
- De acuerdo, como tu quieras y,  no,  no hay más que hablar de momento. Ya te he explicado por encima los trámites más inmediatos. Ahora deberías descansar un rato. El día va a ser largo e intenso y has pasado la noche  con mucha tensión. Toma un vaso de leche y trata de dormir. Yo estaré aquí si precisas decirme algo.
-¿ No te vas al hotel?
- No esta noche, no. Quiero acompañaros.  Es una situación muy difícil y tengo la obligación contraída,  de cuidar de vosotras.
-Te aseguro que no hace falta, estoy bien, triste, muy triste, pero bien. Por nosotras puedes irte a descansar. Además María está aquí, se ha quedado y si precisara algo la tengo a  ella, ó te avisaría a ti. Pero vamos, como quieras. Te prepararé el sofá de la biblioteca que es bastante cómodo. Tu también necesitas descansar.

Salió de la estancia y al poco rato volvió, y le dijo

-Brendan ya lo tienes preparado.  Si quieres algo,  ya sabes donde está la cocina, prepáratelo. Yo necesito estar a solas con mis pensamientos y ordenar mis ideas que están un poco confusas. Perdóname si no te hago compañía; además creo que nuestra especial situación hace las cosas más difíciles  y tensas. Creo que es mejor así. Hasta mañana, trata de descansar.
-Hasta mañana, Iris, descansa tu tamién. Lo necesitamos los dos ha sido un día largo, muy largo. Buenas noches
.
Pero Brendan no pudo dormir. Tumbado en el sofá y mirando al techo de la habitación repasaba una y otra vez la conversación que habían mantenido y constantemente la carita de Victoria acudía a su memoria.

- ¿ Quién es el padre, por qué lo oculta?  Ha negado que fuera Clive.

Empezó a repasar las fechas y de repente se paró en seco:

-¡ Claro!, todo coincide, los años de la niña y...  No no es posible. Alguien me hubiera dicho que...

Le daba miedo hasta repetirse que fuese el padre de la niña.

-Todo coincide. Y el color de los ojos. Iris los tiene negros, sus padres también. Yo los tengo azules, y además la niña susurró unas palabras ¿ cómo eran?, Si,  papi, dijo papi.   Me sonreia todo el tiempo. Dios mio, ¿será mi hija? ¿ Cómo me lo ha ocultado?  Ella dijo que tia Susan y mi padre lo sabian. ¿Quién la inscribió en el registo, qué apellidos tiene?  Si no lo aclaro pronto me voy a volver loco. Tengo que saberlo, no es justo que me lo hayan ocultado. Pero claro, yo tampoco he estado muy pendiente de ella. Tuvo todo el embarazo y el parto  sola.  Bueno,  supongo.  Si no soy el padre... ¿cómo es que no está a su lado , en estos momentos?.  Pero cómo ha podido alejarse de estas criaturas, de esa niña preciosa y simpática. No no es posible que haya dado un portazo y se haya alejado de sus vidas. Claro yo lo hice sin importarme lo que sería de ella. En mi descargo diré que era jóven y alocado y sencillamente me asusté y... mucho
.Cuando la oí sollozar aquel día no entendí la magnitud de lo que estaba haciendo. Encima fuí un cobarde que no me atreví a dar la cara. ¡ Cómo no va a estar rehacia a hablar conmigo! Lo que no sé es cómo todavía me habla. Señor, que amanezca pronto, necesito saber la verdad cuanto antes.

Y amaneció aunque ninguno de los dos concilió el sueño en toda la noche.

-En el avión la llevaré aparte y hablaremos  Necesito que mirándome a los ojos me diga la verdad, y si se trata de mi hija regularizar la situación y tratar de organizar nuestra vida y adorar a esa criatura,  que posiblemente lleve la sangre O'Connor, la mía.
Y llegó la hora. Iris entró en el comedor ya vestida. Totalmente de negro, muy pálida y con muchas ojeras. Sus ojos brillaban por las lágrimas que pugnaban por brotar. Traia de la mano a Victoria, arreglada también para viajar.

Brendan estaba tomando una taza de café y al verla tan triste, la miró a los ojos conmovido por la fortaleza de aquella joven madre cogida de la mano de su hijita y,  evitando que la niña observara la inmensa tristeza que sentía por todo lo que estaba ocurriendo. Brendan la dijo

-  Iris tengo que ir un momento al hotel a cambiarme de ropa, pero no tardaré en volver. Os recogeré e iremos directos al aerouperto. Sean se ha encargado de tenerlo todo a punto.
-De acuerdo, como digas. ¿Has desayunado?¿Tienes tiempo de hacerlo? Enseguida María te lo pone, bueno desayunaremos los tres juntos.
-¿ Me das un beso?.- dijo a la niña.

 Le salió espontánamente, sin saber cómo. Se agachó hasta llegar a su altura  y acariciando su mejilla la hizo esa pregunta.

-Si-  le contestó Victoria, y acto seguido le abrazó y le dió un beso en la mejilla.

Iris no pudo resistirlo más y un ahogado sollozo subió a su garganta. Tuvo que salir de la habitación para no presenciar aquella tierna escena. Era la primera caricia que ambos se daban ¿ Se habría imaginado Brendan la verdad?

La noche había sido larga e insomne.  Daba para pensar mucho y,  lo mismo que ella había reflexionado sobre todo lo que había acontecido, él también podía haberlo hecho y descubrir que...era su padre. Había muchas coincidencias que de no haber pasado el fallecimiento del padrino, con la mente serena ,se hubiera dado cuenta de que algo no encajaba.

-¡ Dios mio !, Quiero acabar de una vez con esta incertidumbre; este momento tenía que llegar y yo lo sabía...,  lo sabía

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