ALGO INESPERADO - Capítulo 9º - Una mentira piadosa ( 1996celtarosafermu)


Y comenzaron a convivir los tres, cada uno inmerso en los quehaceres diarios: Elise a sus clases, Agnes escuchaba música y algunos momentos de charla con su sobrino, y él, se levantaba temprano y salía a la calle para hacer footing, después iba a un gimnasio cercano. Deseaba hacer ejercicio, para de esta forma no pensar en Gisele.  Alguna noche, los jóvenes salían  al cine, o al teatro, e incluso a alguna discoteca.
Charles ayudaba a Elise en sus estudios, y esto hizo que la chica sacara adelante el curso sin problemas. Cada día su contacto era más relajado. Ya no la intimidaba tanto y  no estaba tan nerviosa en su presencia.

A veces, mientras él la explicaba alguna duda, ella miraba su perfil, y la mente la llevaba por otro lado, lejos de la cuestión que estaban tratando.  Y así pasaban  los días.  Charles se encerraba en su habitación y trataba de concentrarse en el argumento del libro que deseaba escribir, pero no siempre lo conseguía.  Poco a poco, el dolor de su fracaso sentimental, se fue apaciguando, pero seguía recordando a Gisele, a pesar de que hacía meses de su ruptura.

Era un final de primavera precioso, y Charles propuso hacer una excursión. Agnes aceptó encantada

- Elise ¿ te apetece ?- preguntó Charles

- Os lo agradezco, pero no podré acompañaros: tengo exámenes la semana próxima. Ya queda poco tiempo para finalizar el curso y he de aprovecharlo. Me quedaré a estudiar. Lo pasaréis bien. Os lo agradezco, pero no puedo ir.

Por mucho que Agnes insistió, no consiguió que aceptara. Charles no insistió en absoluto, lo que extrañamente molestó a la muchacha. La hubiera gustado que él se mostrara más persistente.

Conduciendo el coche, Agnes y Charles salieron con rumbo desconocido. Elise se dispuso a pasar un domingo hincando codos y repasando los temas, preparando su próximo examen.  Por mucho que lo intentó, no conseguía concentrarse, lo que la incomodaba grandemente ¿ por qué? ¿ qué la ocurría ?  Lo sabía de sobra, pero no quería reconocerlo.  No quería reconocer el interés que Charles había despertado en
ella, interés que él estaba muy lejos de sentir.  Por eso le había dolido tanto que se mostrara distante al proponer la excursión.

- Está claro que no despierto en Charles el más mínimo interés. Sigue pensando en Gisele, en fin ...  Estoy predestinada a... - y cerrando los libros, decidió salir por un rato a dar una vuelta.

Charles y Agnes, llegaron a Warwick por casualidad, pero quedaron gratamente sorprendidos ante la belleza del lugar. El hizo de lazarillo de la tia, y juntos recorrieron la localidad. Almorzaron en un pequeño restaurante, muy acogedor, y degustaron la  especialidad de la casa.  Ambos se sentían a gusto, y su charla era amena.


Warwick

- Sabes tia...- dijo Charles mirando en rededor- este lugar me encanta. ¿ Qué te parecería si me estableciera aquí?

- ¿ Cómo establecerte aquí ? ¿ Quieres irte de casa?

- No es que esté a disgusto, entiéndeme, pero necesito aislarme si es que quiero escribir algo. Me distraigo mucho allí...

- Si piensas eso... Te echaré de menos, mucho. Pero reconozco que tienes que encauzar tu vida.  Te has acostumbrado a vivir independiente, desde hace tiempo, y reconozco que con nosotras... es difícil...  Eres un hombre joven y debes disfrutar de la vida

- No es eso tia - interrumpió Charles- No es lo que piensas. Aún no estoy preparado para eso. Circunstancialmente, quizá, pero nada más.

- ¡ No te estoy hablando de una relación fija !, pero... necesitas estar con gente de tu edad y salir con chicas. Mientras no tomes esa decisión, Gisele, seguirá gobernando tu vida.  Te oigo muchas noches recorrer arriba y abajo el dormitorio, porque te desvelas. Debes romper tu bloqueo y dependencia de esa chica.

- Quizá tengas razón, pero yo no me he planteado ese tema, sino poder escribir. Deseo comprobar si tengo talento para ello, porque por mucho que me guste hacerlo, si no sirvo, pues...

- Haces bien en intentarlo, porque si no, siempre tendrás esa duda.

Salieron del restaurante y dieron un último paseo por la ciudad, antes de regresar a Londres.  Cuando llegaron, aún Elise seguía en su habitación, pero su encierro no había sido todo lo productivo que era de esperar. Sus pensamientos volaban desde las hojas del libro, hasta el rostro de Charles.  No quería reconocerlo, pero el amor, de nuevo, llamaba a su vida  con bastante insistencia.  lejos de causarle alegría, la entristecía, dado que él no sentía por ella el más mínimo interés.





Mientras cenaban, fueron relatando a Elise el magnífico día que habían pasado y lo encantadora que es la ciudad que habían visitado.  Ella les escuchaba complacida, y lamentaba que por estudios,  no hubiera podido acompañarles.

Elise llevaba varios días pensando en la situación que se le había planteado con la presencia de Charles.  Pensaba en una mejor salida, y ello era irse a vivir a otro lugar. Se había acostumbrado a la presencia de Agnes.  La consideraba más que como amiga, alguien de su familia, y la entristecía tener que decírselo, pues a ella le ocurría lo mismo con Elise: la había tomado mucho cariño.

- Agnes ¿ puedo hablar contigo un momento? - la dijo cuando finalizaban el desayuno

- ¡ Claro, cómo no ! - la respondió

- Os dejo solas. Tengo cosas que hacer - dijo Charles al tiempo que se levantaba de la mesa

Una vez estuvieron las dos mujeres a solas, Elise planteó la cuestión que la traía a mal traer, pues le molestaba tener que ausentarse de Agnes, pero consideraba que era lo mejor, si no quería volver a pasar por otra etapa de desamor

- Verás Agnes, creo que debo mudarme de domicilio

- ¿ Qué dices, estás loca?

- No, querida amiga.  Creo que es necesario. Charles vive ahora contigo y no me necesitas. Debéis tener más independencia, y yo a veces lo dificulto

- No quiero oír hablar de ese tema. Te considero como a alguien de mi familia. Te has portado muy bien conmigo, y hasta has sacrificado parte de tu vida por atenderme

- Agnes, sabes que eso no es verdad. Estoy encantada por servirte de compañía y no he sacrificado nada, sino que ha sido por propia iniciativa.  Pero ahora todo ha cambiado y ya no me necesitas.  Además, en cuento termine el curso buscaré trabajo y ya no podré estar tanto tiempo contigo.

- No quiero que te vayas, has sido una compañía muy beneficiosa para mi

Siguieron discutiendo en ese tira y afloja, pero en realidad lo que Elise no dijo, es que le daba miedo seguir viviendo bajo el mismo techo que Charles.  Por nada del mundo pasaría otra vez por lo mismo. Rehuía volver a sentir amor.  Creia que poniendo tierra de por medio, las cosas serían diferentes.

Agnes, informó a su sobrino de la decisión que había tomado Elise, pero éste  apenas se inmutó

- Si te digo la verdad, tía, casi me alegro. Lo pasamos bien cuando salimos, pero no sé... no terminamos de ser afines. Quizá sea mi culpa, pero creo que estaremos mejor solos.

- No puedo creer lo que estoy oyendo ¿ no te cae bien?

- No, no es eso...Me siento cortado en su presencia, en definitiva está invadiendo una intimidad , la nuestra.  Hay cosas que me impiden hablarlas contigo porque ella está presente

Ninguno de los dos, se dio cuenta que la puerta estaba entornada y que Elise se disponía a entrar  cuando escuchó las últimas frases de Charles.  Decidió que no podía prorrogar más su estancia en esa casa, aunque le doliera salir de ella

- ¿ Puedo pasar ?- dijo, después de esperar un rato a que terminaran de hablar

- Adelante Elise. Claro que puedes pasar

- Agnes, si no me necesitas, voy a salir durante un rato. Me han llamado de la agencia inmobiliaria para ver un apartamento. Iré con una compañera y viviremos las dos juntas.  De este modo, los gastos serán menores

- ¿ Lo has decidido ya ?

- Si... aquí estoy muy a gusto, pero ya te expuse mis razones. En cuanto termine el curso he de trabajar

- Pero aún te queda un año para graduarte. . .

- Lo haré en una editorial como becaria. De esta forma ganaré algún dinero que me ayude a sufragar los gastos del apartamento.  Ya lo tengo todo hablado y estudiado

- Bien... si esta es tu decisión...

Lo que no podía sospechar Agnes, es que había urdido esa mentira para salir inmediatamente de su casa. Ni tenía trabajo a la vista, ni tampoco apartamento, pero alguna excusa debía poner para su precipitación. Las lágrimas estaban a punto de asomar a sus ojos.  Nunca hubiera pensado que Charles reaccionara tan fríamente.
 Ël no despegó los labios. No hizo ningún comentario.  En el fondo se alegraba de que se marchara

- ¿ Por qué ? ¿ Qué razones tengo? No sé lo que me ocurre con ella ¿ Por qué ese rechazo?  Ella es prudente, nunca se inmiscuye, pero...me siento incómodo en su presencia.

Elise había puesto ese pretexto para salir cuanto antes, porque ahora sí que debía hacerlo.
 Pero... ¿ qué diría, y dónde iría?  ´Se hospedaría en alguna residencia estudiantil, hasta que encontrara un trabajo en que pudiera vivir en un apartamento. Y encontró la residencia cerca de la universidad, y al día siguiente hizo sus maletas y se fue.



 

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