MIRANORTE - Capítulo 4º / Set de rodaje
Al salir del bar, Alba, levantó la vista hasta el cielo y comprobó que era una noche brillante, clara, en la que las estrellas brillaban con intensidad. Era señal de que iba hacer frío. Faltaba poco para Noviembre, y siempre, el Día de Difuntos, amanecía nevando
- Es lo que quieren los peliculeros ¿ no ? - pensó para si -, pues van a salirse con la suya.
Abrió el coche y lo puso en marcha. En la puerta del establecimiento, a contraluz, habían dos figuras que también se iban, pero una de ellas, observaba con curiosidad a la muchacha, que en retroceso salía del pequeño aparcamiento situado frente al bar.
Después de contarle a Milagros, las incidencias del día. tomó un plato de sopa y se acostó. Estaba cansada. Había realizado un trabajo para el que no estaba acostumbrada, y desde las siete de la mañana, en que se había levantado, no había parado más que para almorzar. Le costaba conciliar el sueño, debido sin duda por el cansancio. Pero también por la emoción que sentía al haber conocido a un actor de cine No era uno de sus actores preferidos, pero tenía que reconocer que había sido simpático ..., y era muy guapo. Poco a poco sus párpados comenzaron a caer, hasta sumirse en un profundo sueño.
- Es lo que quieren los peliculeros ¿ no ? - pensó para si -, pues van a salirse con la suya.
Abrió el coche y lo puso en marcha. En la puerta del establecimiento, a contraluz, habían dos figuras que también se iban, pero una de ellas, observaba con curiosidad a la muchacha, que en retroceso salía del pequeño aparcamiento situado frente al bar.
Después de contarle a Milagros, las incidencias del día. tomó un plato de sopa y se acostó. Estaba cansada. Había realizado un trabajo para el que no estaba acostumbrada, y desde las siete de la mañana, en que se había levantado, no había parado más que para almorzar. Le costaba conciliar el sueño, debido sin duda por el cansancio. Pero también por la emoción que sentía al haber conocido a un actor de cine No era uno de sus actores preferidos, pero tenía que reconocer que había sido simpático ..., y era muy guapo. Poco a poco sus párpados comenzaron a caer, hasta sumirse en un profundo sueño.
No había modificado la hora del despertador, no se había acordado, por tanto a las siete en punto el desagradable zumbido del reloj, pitaba incesantemente. No tenia necesidad de madrugar, hoy no tenía colegio. Extendió el brazo para apagarlo. Se desperezó y de un salto salió de la cama rumbo al cuarto de baño. Milagros ya estaba trasteando en la cocina preparando los desayunos
- Hola Mila - la saludó dándole un beso en la frente
- Buenos días, niña. Ya puedes abrigarte. Hoy hace aire y además está helando. Creo que este año el invierno se nos va adelantar
- Hay algunos que se alegrarán un montón- contestó ella
- ¿ Quienes ? El invierno es una lata, y ¡ tan largo !
-Me refiero a los del cine. Necesitan que nieve en abundancia..., parece ser
- Pues creo que lo van a lograr. Anda tómate la leche calentita con unas galletas. Ayer estuvo una señorita, que parece que es del cine, viendo la fachada de la casa, y me pidió permiso para ver el interior. Quería hablar contigo no se para qué cosa de la película. La dije que estarías en el bar. Que fuera allí. ¡ Qué cabeza tengo ! se me olvidó decírtelo anoche.
- Ah, bien... No se me ocurre qué es lo que querrá. En fin si está interesada, allí estaré
Arreglada, quizá con algo más de esmero que cualquier otro día, salió de su casa rumbo al bar. Llegó enseguida, ya que las distancias de Miranorte eran pequeñas. Cuando entró en el establecimiento, encontró a los mismos parroquianos de siempre. Ni rastro de los cineastas
- Presiento que hoy no vamos a tener mucho jaleo- comentó Juan, rascándose la nuca
- Siempre no va a ser como ayer- apostilló Alba- Esta gente tiene que trabajar. Siempre he oido comentar en la tele, que aprovechan hasta el último minuto. Ni fiestas, ni nada. Cada día perdido es un chorro de dólares que pierden. Por eso no me extraña que no haya nadie por aquí, y creo que así serán los dias siguientes. Vamos a estar muy tranquilos.
Hacia mediodía entraron un grupo de ellos en el bar,bromeando con una chica que les acompañaba, y que se dirigió directamente a Alba, que ojeaba distraída el folleto que ella misma había confeccionado
- Tu debes ser Alba ¿ verdad? - le dijo la muchacha que había entrado con el grupo de operarios
- Si. ¿ Eres la chica que has estado en mi casa?
-Si, la misma. Me dijo ... ¿ tu madre ?, muy amablemente que podía hablar contigo aquí
-No se me ocurre de qué quieres hablar conmigo, pero bueno, tu dirás
- Verás, soy una de las encargadas de las localizaciones, y cuando llegué me fijé en tu casa. Es preciosa. Aislada en medio del bosque, rural, típica casa de montaña... en fin que justo es lo que necesitamos. Lo que quería pedirte es si podemos sacar planos de la fachada, e incluso del interior... del salón, más concretamente. Nos vendría muy bien, porque no tendríamos que hacer decorados. Ganaríamos un tiempo precioso, y los planos serían perfectos, porque serían totalmente naturales.
- Bueno... no sé. No es mi casa, vivo en ella, soy alquilada. En realidad tendría que hablar con el propietario de ella
-¿ Quién es, podría hablarlo con esa persona ?
- Claro. Lo tiene delante - dijo Alba indicando a Juan
- Pues estupendo. ¿ Que me dice Juan ?
- Bueno me pilla de sorpresa. De la fachada no hay problema, pero del interior... ellas son las que viven allí. Esa parte tendría que concretarlo con Alba
- ¿ Qué me dices Alba?
- Pues la verdad no lo sé. ¿ Por cuanto tiempo sería? porque no tenemos otro sitio en donde vivir
- Sería por un máximo de tres días, y os pagaríamos el alojamiento en el hotel, incluido comidas. Piénsalo. Nos harías un favor enorme
- Tengo que hablarlo con Milagros. Si me disculpas un segundo, llamo a casa y lo mismo te puedo responder ahora.
Se dirigió al rincón en donde tenían situado el teléfono, y marcó el de su casa. Después de un intercambio de opiniones, al cabo de diez minutos, Alba colgó y fue a reunirse nuevamente con ella.
- De acuerdo, así lo haremos. Sólo dime cuando hemos de dejar la casa libre
-Tengo que comunicarlo a mis jefes. Dame tu número y te llamo en cuanto lo sepa , ya que tengo que hablarlo con el productor y con Douglas, el director. Me encantaría que aceptasen
- ¿Por qué tienes tanto interés ? Por aquí hay muchas casas semejantes- le dijo Alba
- No lo se. Me enamoré de ella nada más verla. No quise visitar más. Llevaba toda la mañana recorriendo carreteras, pero ninguna me impresionó tanto como esa. ¿ Puedo preguntarte algo?
- Claro ¿ qué quieres saber?
- La casa está en medio del campo..., solitaria ¿ no tienes miedo ?
- En absoluto. Aquí todo el mundo nos conocemos y nos ayudamos..., si ayuda es lo que necesitamos. No, no tenemos miedo
- Pero... hay animales... Yo no viviría aquí. Claro que pienso es cuestión de acostumbrarse
- Yo tardé, no creas. Primero viví en el hostal del pueblo, pero luego pensé que debía tener una casa, una especie de hogar. Encontré a Milagros, que es toda mi familia, y las dos acordamos alquilar la casa. Juan nos la cedió enseguida, y allí hemos hecho nuestra vida y que es muy tranquila.
- ¿ Eres de aquí ?
- No, soy de Madrid. Y de allí me vine buscando tranquilidad, bueno..., no es así exactamente. Recién terminada mi carrera, falleció mi madre. A mi padre le había perdido hacía años. Me presenté a unas oposiciones para maestra, y me salió la plaza en Miranorte. No tenía opción, la aceptaba o perdía mi turno, porque en esos años se necesitaban maestros rurales. No lo pensé mucho. Me dije "estás un par de años, y en cuanto convoquen oposiciones, lo intentas de nuevo." Estuve un año como maestra en el colegio de aquí, pero la profesora titular se jubilaba, y había pocos niños, y ellos también terminaron por marcharse, de manera que cerraron el colegio. Agruparon a los niños de tres pueblos en uno solo, en Las Mimosas, es algo más grande que este, y está a unos veinte kilómetros de aquí. El caso es que allí doy clases todos los días. Salgo pronto, y ello me permite estudiar por las tardes
- ¿ Qué estás estudiando ?
- Bueno mi intención es hacerme periodista, pero no creo lo consiga. Lo hago por la universidad a distancia, y creo que tardare´siglos en acabar la carrera. Con lo cual, creo que nunca me licenciaré
- No seas pesimista, mujer. ¿ Es tuyo este folleto?- dijo recogiendo el que Alba tenía ante si
- Si ¿ por qué ?
- Es curioso... y está muy bien. Es ingenioso. Tienes talento ¿ por qué encerrarte en este lugar tan pequeño con tan poca gente joven?
- Es sencillo. Como te he dicho, vine buscando paz. Perdí a mi madre por una cruel enfermedad que dejó profunda huella en mi. Si seguía viviendo en la misma casa, seguramente caería en depresión, así que opté por alejarme de todos los recuerdos.. y aquí estoy
- ¿ Nada de chicos ?
- ¿ Te refieres si era por algún desengaño amoroso? No, no tuve tiempo para noviazgos. Mi madre trabajaba mucho para pagarme los estudios, yo también, pues tenía que ayudarla. Hizo un sacrificio enorme, porque ya había enfermado, cuando yo estudiaba. Soñaba, la pobre, con verme dando clases en cualquier colegio de Madrid, pero a penas si le dio tiempo a verme graduada. En fin... te he contado mi historia sin darme cuenta
- ¡ Vaya ! algo inesperado... Mis compañeros dicen que cuando nos juntamos dos mujeres, enseguida contamos nuestra historia. Y creo que no les falta razón. ¡ Oh Dios mio ! se me ha hecho muy tarde. Como no me de prisa no voy a pillar al director. Deben estar a punto de parar para comer. Me ha encantado charlar contigo. Espero que nos veamos más. Ahora tengo que irme
- Dime al menos como te llamas- le dijo Alba
- Soy Marta. Encantada de haber charlado contigo. Adiós
Marta de localizaciones |
El día se hacía largo y monótono. Tan sólo tres operarios del rodaje, pasaron por allí a tomar un café mientras comentaban las incidencias del rodaje. Hablaban en tono fuerte y algo crispado. Y por lo poco que entendía Alba de inglés, sacó la conclusión de que estaban un poco hartos de alguna actriz, que no paraba de poner pegas a todo. A media tarde, Juan le dijo a Alba que se podía marchar a casa, que no la necesitaría para el resto de la tarde
-Alba, ve a tu casa. Aquí poco trabajo hay que hacer
- Pero Juan... es muy pronto... a lo mejor viene alguno a darse una vuelta- respondió ella
- No creo. Con el frío que está haciendo ya, ¿ quién va a venir hasta aquí?
- Bien, pues te lo agradezco. Tengo un examen dentro de unos días, y me vendrá bien dar un repaso.
Se sentían desilusionados. Creían que los del cine estarían metidos en el bar todo el día, y la realidad había sido muy distinta. Tan sólo Marta y los tres operarios habían sido los únicos en aparecer por el bar. Le hubiera gustado volver a ver al actor, fijarse bien en él, para luego comentar con sus amigas, pero no había aparecido por alli. Cuando ya se estaba preparando para acostarse, el teléfono repiqueteo y Milagros que veía televisión fue a atenderlo.
- ¿ Dígame?
- Buenas noches, señora, soy Marta... la chica que quiere ocupar su casa
- Ah, si. Ya se quién dice. ¿ Desea algo?
- Me gustaría hablar con Alba, si no le importa
- Un momento ahora se pone
- Alba, Alba - llamó Milagros tapando el auricular con la mano
- ¿ Qué ocurre, por qué me llamas a gritos?
- Te llama una tal Marta
- Ah... la del cine
- Hola Marta, dime
- Alba, perdona que te llame a estas horas. Lo mismo ya estabas en la cama
- Estaba a punto de hacerlo, pero aún no. Dime ¿ qué ocurre ?
- Al director le ha encantado tu casa, así que me ha dicho si puedes te acerques por el rodaje a firmar el contrato
- Un contrato? ¿ Para qué ?
- Hay que hacer las cosas legalmente... por si se producen desperfectos, ya sabes...
- La verdad es que no lo se, pero si tu lo dices, tendrá que ser así. ¿ Cuando quieres que vaya? Ya sabes que trabajo en el bar
- Entonces... casi me acerco yo y me lo firmas. También tendrá que hacerlo Juan. Si, será mejor que vaya yo. Te lo decía por si te gustase ver cómo es un rodaje
- ¿ Me dejaríais mirar un poquito? La verdad es que me gustaría muchísimo
- Claro, mujer. Mientras te pongas en un rincón y estés callada... no habría ningún problema
- Bien. Yo entro a trabajar a las nueve. Si compruebo que no hay mucho ajetreo en el bar, pediré permiso a Juan y me acerco ¿ te parece ?
- Me parece bien. Me llamas antes de venir para estar pendiente, porque de lo contrario los de seguridad no van a dejarte entrar. Anda toma nota de mi teléfono -. Se despidieron, y Alba contenta volvió a la cama
-¿ Qué te ha dicho que te has puesto tan alegre?
- Mañana tengo que ir a firmar el contrato de lo de la casa, ya sabes. Y me va a pasar a donde están rodando. Echaré un vistazo a todo eso y a los actores
- Así tendrás tema de conversación con Celia y Sara, que seguro van a freírte a preguntas
- ¡ Qué suerte ! - dijo Alba contenta- Lo más probable es que quieran ocupar la casa pronto. En fin mañana me dirán algo. Me voy a la cama. Me he quedado helada.
Y dando brinquitos, salió disparada hacia su habitación. Había estado estudiando toda la tarde, y tenia la cabeza algo embotada, pero la noticia le había despejado totalmente . Pensaba en qué se pondría al día siguiente , pero la verdad es que tenía poco donde elegir. Hacía frío y tendría que recurrir al consabido pantalón y al jersey grueso que le abrigara. Poco después se quedaba dormida.
Se despertó antes de que el reloj le diera su toque de atención. Se ducho, se puso su mejor ropa dadas las circunstancias y lamentó profundamente de que no fuera verano. Se hubiera puesto un vestido bonito y sus tacones, que reservaba para cuando iban en Las Mimosas al cine o a la discoteca. En cambio ahora los pantalones, el jersey y unas botas, serían todo su atuendo. Se maquilló ligeramente las pestañas y con un toque de barra de labios , se miró satisfecha en el espejo, y dio su visto bueno.
En cuanto llegó al bar, Juan noto que había algo distinto en ella. Los ojos le brillaban más. Se había dejado el cabello suelto y sonreía más fácilmente
- ¿ Qué te has hecho hoy?- le dijo sonriendo- Estás guapísima... no se... distinta
- Sólo me he maquillado un poquito. Me apetecía...
- Estás preciosa
- Tengo que decirte algo, Juan
- Bien, dímelo
- Me llamó anoche Marta, por lo de la casa...me dijo que tenía que ir para firmar el contrato y después te traería el tuyo
- ¿ Para qué quiero yo firmar un contrato para unas fotos de la fachada?- respondió Juan
- Lo quieren todo muy legal. El director me dirá cuando tenemos que dejar la casa y por cuánto tiempo
- Bien, puedes irte a lo hora que quieras. Ya ves que el panorama no ha cambiado. Sólo están los vecinos, y ellos trabajando, no creo que vengan en todo el día, así que vete tranquila. Soluciona lo que tengas que solucionar y luego vienes
- Gracias Juan. Entonces ¿ puedo llamarla ahora ?
- Cuando quieras
Marcó el número que Marta le había facilitado, y tras darle instrucciones del lugar en donde estaban rodando, quedaron en reunirse en quince minutos. Alba no quería llegar tarde, a pesar de que conocía muy bien el lugar y tardaría un máximo de diez minutos. Se metió en el coche y tomó rumbo al set de rodaje. Puntual, Marta acudió a recoger a la muchacha y la condujo entre el mar de cables y trastos para ella totalmente desconocidos. Todo lo miraba con curiosidad, con signos de expectación en su rostro. Se detuvieron al pie de un furgón caravana con el cartel en la puerta de Director, y tras unos golpecitos, Marta entró y detrás Alba
- Buenos días señorita- la dijo amablemente Douglas, el director, que si hablaba algo de castellano
- Buenos días, señor - respondió Alba algo cohibida- Vengo por lo del contrato
- Ah si, me lo dijo Marta. ¿ Tienes los papeles, Marta?
- Si Douglas, aquí los tienes- respondió ella
- Muy, bien pues si me firma...
Con trazo firme, Alba firmo las tres copias que le mostraron, cuando las hubo leído, y después tímidamente, preguntó al director
- ¿ Cuando tenemos que irnos de la casa?
- Se lo comunicará Marta, porque aún tengo que hablar con el director de fotografía. Ayer no se nos dio muy bien, y hoy hay que repetir algunas tomas. Ella la llamará y se lo dirá con antelación para que puedan recoger lo que precisen
- Muchas gracias, señor. Ha sido muy amable
- Douglas ¿ podría llevarla al plató para que viera..., ya sabes?- dijo Marta
- Claro, pero he de advertirla que en cuanto comencemos a rodar, no podrá moverse de alli, ni hablar, ni toser, ni nada de nada- dijo el director dirigiéndose a Alba
- ¡ Oh ! ya lo entiendo, lo comprendo... No se preocupe no me moveré...
- Muy bien. Deseo que le guste todo lo que vea, que es una jaula de grillos, pero entiendo que a los que no trabajen en ello, les cautive
Se despidieron y después Marta la llevó hasta el set
- Mira hemos tenido suerte. Han parado para cambiar de plano y están tomándose un café. ¿Quieres que te presente a algún actor?
. ¡ Nooo ! Me moriría de vergüenza-respondió Alba
- No seas tonta. Son personas como nosotros
- Tu estás acostumbrada, pero yo .... no he visto a ninguno en mi vida. Sólo en las películas
- Ven mira ahí está Paul. Es encantador, te va a gustar
- Marta... ¡ están trabajando !
- No seas chiquilla. No muerde-respondió riéndose
- Paul, Paul... mira te presento a mi amiga Alba. Alba Paul Montgomery
Paul Montgomery ( el actor ) |
Alba se quedó mirando, sonrojada, el rostro del actor, que sonriente la miraba
- ¡ Ah ! la senorita del hamon
Los tres rieron. Se acordaba de ella. Para Alba, el actor era la persona más simpática, más amable y más guapa del mundo,. No podía creerse que hubiera podido estrechar su mano,. Desde hoy sería su actor preferido
- ¿ Quiere que le firme un autógrafo ?- dijo él amablemente
- Por supuesto, solo que...- nerviosa rebuscaba en su bolso algún papel en el que Paul inmortalizara su firma. El la observaba divertido al comprobar el azoramiento de ella, y en vista de su nerviosismo la dijo
- Espere... mejor una foto con mi firma ¿ no ?
- Si, si, claro... desde luego... es que no llevo encima nada...
- No te preocupes. Ahora vuelvo - y dando media vuelta se dirigió a su caravana.
Alba esperaba nerviosa el regreso del actor, bajo la atenta y sonriente mirada de Marta
- Marta, no te rías de mi. Estoy algo incómoda. Va a pensar que soy la loca de los mitos. Una de esas Chicas que grita cada vez que ve a alguien famoso
- No te enfades, mujer. Lo que pasa es que me hace gracia lo cortados que os ponéis cuando estáis en presencia de alguien popular. Bien es verdad que algunos son muy vanidosos y se creen que pertenecen a otra especie, pero en general son buena gente
- No lo dudo ni un momento. Pero yo no estoy acostumbrada a ... ésto. Mi vida transcurre en un círculo pequeño, monótono... en donde nunca pasa nada. En donde sólo tienes que preocuparte por si nieva, llueve o hace calor. En el verano, aún viene algún forastero. Esa es la única novedad
- Chica, no te entiendo ¡ Cómo has podido acostumbrarte a vivir aquí, después de hacerlo en una gran ciudad
- Al principio, yo me preguntaba lo mismo. Ahora al cabo del tiempo, ya me he acostumbrado
- Perdona que haya tardado. Me ha entretenido un momento un compañero. Mira la fotografía no es de las que más me gustan, pero es la que tenía más a mano- dijo Paul
- No se preocupe. Es muy bonita- respondió Alba
Alba, pudo chapurrear algunas palabras para entenderse con él, y entendía a medias lo que Paul, le decía, pero se habían entendido, que era de lo que se trataba. Miró la fotografía, y al leer la dedicatoria, no pudio evitar sonrojarse y reir ante lo que había escrito. El la observa atento, sonriente también
- " A la chica del jamón ! Cuando se lo enseñe a mis amigas no van a saber a qué se refiere..., pero se que se van a morir de envidia- comentó a Marta
- What do you say ? - dijo Paul
- Excuse me, please. Nothing... it is nothing- respondió ella
Marta tuvo que taparse la boca para no reirse abiertamente ante la escena que estaba presenciando. Paul no entendía porqué aquella chica estaba tan incómoda y tan sonrojada. Le hacía gracia. Nunca antes, nadie había expresado su nerviosismo delante de él, y eso que estaba acostumbrado a ser asaltado en la calle por las jovencitas, que , cuando se percataban de su presencia, corrían histéricas a pedirle un autógrafo. Sin duda aquella chica era tímida en exceso.
Freddy, iba avisando a todos que se reanudaba el rodaje. Paul se despidió de las chicas y emprendió una pequeña carrera hacía el set.
- Marta ¿ cómo ha sabido mi nombre, te lo ha preguntado a ti ?- comentó Alba mientras ellas seguían la misma dirección al plató
- No tengo ni idea. Igual ha visto el contrato de tu casa. Eso debe ser. Bueno ahora silencio absoluto, por favor
- No te preocupes. Seré una tumba
- Tampoco es eso, mujer - y ambas chicas rieron
Marta la llevó a un rincón en donde no estorbase, pero que tampoco perdiera detalle de lo que allí ocurría, pues de eso se trataba. Alba, toda nerviosa , aguardaba a que alguien dijera " acción ". Sería algo que posiblemente no volvería a vivir nunca más, emocionante y curioso.
Ya estaban situados en la marca Paul y la actriz, a la que no había visto desde que llegaron al pueblo. Y pensó " esta debe ser de la que hablaban en el bar". Era guapísima, con un cutis de porcelana, con ojos bellisimos, pero también con un ríctus de disgusto en la comisura de sus labios. Se le notaba que trabajaba a disgusto. Marta refunfuñó algo por lo bajo, tan bajo, que Alba no entendió lo que dijo, pero por no interrumpir el silencio que exigía el director, no le preguntó
- Venga chicos, vamos allá. Por favor Nancy, a ver si es posible que hoy nos salga- digo paciente Douglas
- Yo no tuve la culpa. Me distrajeron
- Bueno va - dijo malhumorado Paul- Comencemos de una buena vez..., por favor
- Proparados. Silencio y.... acción
El sonido de la claqueta y la voz del ayudante dando los datos de la toma, fueron las únicas voces que se oian en el plató. Los actores comenzaron su diálogo. Un diálogo que cada vez subía más en intensidad, tal y como requería la acción. Alba no entendía nada. Hablaban rápido y peleándose. Sólo deducía lo que allí podía estar ocurriendo. En un momento dado, Paul se abalanza sobre la actriz y abrazándola, la besa fuertemente empujándola contra un árbol. Alba no pestañeaba. Sólo tenía ojos para aquel instante en que él besa a aquella mujer que parecía enfadada con su novio, amante, marido, o... lo que fuera que fuese en el papel que estaban representando. La palabra "corten" la sacó de sus pensamientos
- Perdona Nancy, ¿ te he hecho daño? - Paul se disculpaba ante la actriz
- Un poco, Paul, pero no importa. Lo que deseo es que haya salido bien, y no tengamos que repetirlo nuevamente. Ayer de tanto repetir, se me hincharon los labios. ¡ Oye, eres muy temperamental !
Ambos reian mientras se encaminaban hacia el lugar del director para observar por el monitor cómo había quedado la toma. Alba, muy seria, no perdía de vista los movimientos de todas aquellas personas, que una vez vistas en la pantalla, sería todo ¡ tan diferente!
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