Aranjuez mon amour
Estaban sentados uno frente al otro, en la terraza de "La rana verde", a orillas del rió Tajo, en Aranjuez. . La magia del lugar les envolvía. Se miraban y sonreían; él cogió su mano y se la llevó a los labios. Habían contraído matrimonio el día anterior, e iban camino de su luna de miel hacia Andalucía. El la miraba extasiado y ella buscaba las palabras para hacerle sentir que era la mujer más feliz del mundo.
Y dejó hablar a su corazón, a los sentimientos que él la inspiraba. La ternura demostrada y el infinito amor que sentía por ella se reflejaba en la mirada, sin pestañear.
< Soy feliz, te quiero, y lo deseo para tí también. Deseo que en nosotros haya continuación, porque ansias y adoras a los niños, y yo deseo darte uno. Que nuestras vidas siempre vayan unidas, que nada nos separe, y que cada día en ellas, podamos sentir lo que en este momento sentimos. >
Él tenía los ojos brillantes ante sus palabras y no apartaba la vista del rostro de ella. La quería, la quiso desde que se vieron por primera vez y así sería siempre. No había sido un noviazgo fácil, pero se tenían el uno al otro y su amor que les unía. Besó una vez más sus manos y sonrió, incapaz de pronunciar alguna palabra.
La magia fue rota por el camarero del restaurante que les traía el postre de la comida: fresas con nata. Era el postre preferido por ella y él quería complacerla en todo.
-Hemos de darnos prisa o se nos hará tarde - dijo él
- Mi amor, tenemos todo el tiempo del mundo. Las horas son nuestras. No importa llegar antes o después, vamos los dos, juntos, y así será ya por siempre - respondió ella
Con un diminuto tenedor, introdujo una fresa en la nata y se la dio a su marido. Él rió besando la mano que lo portaba. Después emprendieron el viaje... #1996rosafermu
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